Las primeras informaciones relativas a Illueca son de la época medieval (siglo XII-XIII), donde aparece con dos nombres: Illicata e Illoca después. En el periodo medieval tiempo mantuvo una importante población musulmana (el valle del Jalón y sus afluentes, como el Aranda, constituye una de las zonas del Reino con mayor proporción de población musulmana) que se dedicó principalmente a actividades mercantiles y artesanales; como producción textil y curtido de pieles entre otros.
También coexistían una comunidad hebrea y otra cristiana, es decir, en las calles de Illueca estaban representadas las tres culturas a través de la morería, judería (aljama) y el barrio de los cristianos.
Tras la reconquista, en 1120 pertenecía a la jurisdicción regia, y las fuentes indican que Pedro Taresa, Señor de Borja, fue tenente del castillo y de la localidad.
Ya en el siglo XIII, Illueca se incorporó a un señorío nobiliar. El rey Jaime I, conquistador de Mallorca, había adoptado al hijo del último rey moro (walí) de la isla, dándole su propio nombre de Jaime tras su conversión. El infante Jaime contrajo matrimonio con Doña Eva de Alagón y a modo de dote el monarca le concedió la Baronía de Gotor en 1250. Su hijo Blasco le sucedió en la baronía a la cual incorporó el señorío de Illueca en 1263.
En 1343 Ximen Pérez de Gotor murió sin descendencia, heredando la baronía su hermana María Pérez de Gotor, que se casó con Juan Martínez de Luna. La baronía de Gotor e Illueca pasó a engrosar el patrimonio de los Martínez de Luna. Los Luna fueron una ilustre familia aragonesa cuyos miembros ocuparon importantes cargos y participaron en numerosas batallas en la reconquista de Aragón contra los musulmanes; tras la victoria en la batalla de Luna (municipio aragonés cercano a Ejea de los Caballeros), el rey Sancho Ramírez les concedió en señorío dicha Villa, cuyo nombre incorporó posteriormente al apellido de la saga (no se sabe qué heredero lo introduce, aunque posiblemente fuera López Martínez de Luna).
El hijo segundo del matrimonio entre Juan Martínez de Luna y María Pérez de Gotor, llegó a ser Papa, Benedicto XIII, más conocido como el Papa Luna. El único papa español, nacido en el castillo de Illueca en 1328, se convirtió en uno de los personajes más importantes del siglo XIV en Europa, implicado en el cisma de la cristiandad como veremos después.
Los señores de Illueca fueron personajes influyentes en la política del reino, no cesaron de incrementarse su patrimonio en la comarca, fueron reconocidos como una de las ocho grandes casas nobiliarias de Aragón (1528) y en 1550, de la mano de Pedro de Luna (virrey de Aragón desde 1540), adquirieron el título de condes de Morata, titulación que mantuvieron en siglos venideros.
Doña Ana Polonia Manrique de Luna fue la V Condesa de Morata, se casó en Illueca con Baltasar de Luna Rivera, III Marqués de Malpica. Al no tener sucesión, Doña Ana se convirtió en la última condesa de Morata, vendiendo su señorío en 1665 a Francisco Sanz de Cortes, I Marqués de Villaverde.
En el siglo XIX la herencia de los Sanz de Cortés pasa a los Muñoz de Pamplona, condes de Argillo y posteriormente a los Bordiu, quienes donaron el Castillo al pueblo.
Más información en:
De Fantoni y Benedí, Rafael. “Los Martínez de Luna: Casa de Illueca. Condes de Morata” en Hidalguía, revista de genealogía, nobleza y armas, nº286-287, Madrid, 2001. pp. 338 – 356.
Pérez García, Gloria. La comarca del Aranda. Ed. Comarca del Aranda, 2007. pp. 91 – 116.